Las organizaciones piden a sus empleados y colaboradores que tengan como mínimo 3 habilidades para responder a las demandas de la sociedad digital, unas habilidades que tienen un lado oscuro:
- Inmediatez:
- Habilidad: capacidad para responder rápido
- Cara oculta: “Tiranía de la prisa”– la prisa es constante, genera ansiedad, produce una incapacidad de desconexión
- Personalización:
- Habilidad: detallada gestión de la información
- Cara oculta: “Tiranía del proceso del dato e infoxicación” (más tiempo engullendo que digiriendo información)
- Disponibilidad Ubicua:
- Habilidad: exposición a todos los canales posibles de conexión
- Cara oculta: “Tiranía de la exposición”: Obligación a chequearlos todos a menudo -para cumplir también la inmediatez – y dejar la decisión de elegir los canales de presencia en manos del emisor del mensaje.
La adaptación del talento a la transformación digital de las organizaciones conlleva el desarrollo de estas habilidades pero también el riesgo de caer en su tiranía.
Como siempre el sentido común y el sentido crítico serán las aliadas del talento y sus anclajes más poderosos para evitar que el profesional caiga sin remisión bajo el yugo de su cara oculta de estas fortalezas tan valoradas en el mercado de empleo hoy.