La periodista Montse Mateos de Expansión me pidió mi opinión para elaborar un artículo sobre las oportunidades laborales y profesionales que proporciona un máster, tanto para primer empleo como para el desarrollo posterior de carrera.
Podéis leer el artículo completo aquí.
Estas fueron mis respuestas a sus preguntas:
¿Para qué puestos de trabajo es imprescindible un máster?
Diría que imprescindible para ninguno, pero recomendable para muchos. En los últimos tiempos han proliferado máster que ayudan a los profesionales a experimentar en un entorno controlado, a vivir una experiencia de aprendizaje con personas que les aportan visiones distintas y con las que construirán relaciones muy útiles a largo plazo. Un master más que un mínimo suele aportar un más, sobre todo si se realiza en una institución de prestigio y cuenta con claros estándares de calidad.
¿Qué oportunidades laborales ofrece en el caso de primer empleo?
La evaluación de un candidato sin experiencia es difícil para el seleccionador que ha de recurrir a la medición de habilidades a través de la personalidad, la pasión, los estudios y otras actividades secundarias como pasatiempos, aficiones y vivencias extraescolares.
Un master puede ser muy útil para seleccionar pues es lo más parecido a una experiencia profesional y aporta una ampliación o profundización que quizás no ha sido abordado en el grado.
Dicho esto, desde mi punto de vista la mejor habilidad para la empleabilidad es el propio empleo. Es erróneo pensar que un master siempre sirve de vía de entrada porque puede no serlo y significar posponer la búsqueda de empleo un año más. Creo firmemente en la formación continua y el beneficio de los masters, pero me gustaría advertir del peligro que supone querer adquirir uno a cualquier precio. Los jóvenes tienen toda la vida por delante, pero eso no significa que les sobre el tiempo. Un master cuando ya tienen experiencia puede ser mucho más enriquecedor y diferenciador.
¿Qué poder de negociación salarial tiene un candidato que posea un máster? ¿Puede negociar un salario más elevado de entrada? (Ya se trate de un perfil junior o uno con experiencia)
Un master es una inversión que el candidato debería poner en valor como palanca en la negociación salarial. Hay candidatos que salen “empoderados” de esa experiencia, es decir, emanando seguridad sobre sus capacidades porque saben que hay una institución detrás de su “sello de calidad”, especialmente en master realizados en escuelas de prestigio. No siempre el mercado pagará la diferencia, pero algunos graduados de master ganan una proactividad y madurez que a largo plazo indudablemente les ayuda a crecer.
¿Qué valor otorga a las capacidades y habilidades frente a un máster? ¿Qué pesa más en la decisión final para contratar a un candidato y por qué?
En un perfil junior, el seleccionador busca capacidades y habilidades. Las primeras las halla en estudios en una especialidad concreta y la segunda en una personalidad que encaje con la cultura empresarial. Aunque parezca sencillo en realidad la combinación de cualificación y cultura da muchas variaciones y no es tan fácil encontrar al candidato ideal. Por eso busca otros factores que le ayuden como por ejemplo un master. Pero siempre seguirá el orden mencionado: estudios, personalidad y “extras”. El candidato junior con grado y un master que no encaje en personalidad, no será contratado. El que tenga la personalidad, pero no el grado tampoco. A iguales condiciones de grado y personalidad, el master podrá ser el factor que incline la balanza a su favor.