A veces la vida te lleva por caminos que no tenías en tu mapa. A veces, tenemos muy claro lo que queremos ser, dónde queremos estar en X años o cuales son nuestros objetivos vitales, pero al final acabamos en una realidad totalmente distinta, y seguramente mejor. Eso es lo que le pasó a Sergio: él quería ser dibujante de cómics, tenía talento pero le faltaba ambición. Foco. Y su vida dio un giro cuando encontró el sector de los recursos humanos.
Sergio de la Calle es de esas personas que parece no tener límites. Él mismo se define como «dibujante de cómic por vocación, sociólogo por accidente y experto en Recursos Humanos por profesión». Lo cierto es que, a pesar de su modestia, Sergio es un referente en el sector. Hace un año fue nombrado por HRInfluencers TOP 10 en España. HRinfluencers 2021 es el ranking más importante de líderes de Recursos Humanos, formado por expertos y líderes que, con sus conocimientos y vivencias, influyen y enriquecen el trabajo de muchos profesionales de la región. También es autor de los libros «Lidera con sentido del humor. Los equipos más eficaces se divierten trabajando» y «Divertirse trabajando. El ingrediente secreto de los mejores empresas», y su característica más obvia es su gran sentido del humor. Además de activista del humor, lo es también del aprendizaje sobre este tema en su tercer libro «La llave de todas las puertas», dónde se salió del ensayo y experimentó con el género de la fábula empresarial.
Cuéntanos tu historia.
Cuando acabé la carrera de Sociología, hice un postgrado en Recursos Humanos y desde entonces hasta hoy, ese es mi zoo. Y lo sigo disfrutando como un cabritillo desbocado. Nunca pensé que me fuera a dedicar a eso pero encontré mi lugar. Aunque pueda parecer una disciplina estrecha, el hecho de trabajar en un grupo grande y diverso me ha permitido hacer cosas muy variadas. Desde reclutamiento y on-boarding, hasta identificación de talento y estudios de engagement, pasando por performance, programas de innovación interna y de reconocimiento, diversidad e inclusión y la digitalización de procesos.
Actualmente estoy en el lugar donde mejor puedo capitalizar estos 20 años de experiencia: en Universitas, la escuela de liderazgo de Telefónica y considerada una de las mejores universidades corporativas del mundo.
Si cuando elegiste qué estudiar a los 18 años te hubieran dicho que te dedicarías a lo que haces ahora ¿qué hubieras pensado?
A aquella edad pensaba poco, la verdad. Apenas sabía deletrear ese verbo. Pero no lo hubiera visualizado porque, entre otras cosas, no puedo decir que tuviera las ideas claras ni siquiera un propósito a largo plazo. No pude estudiar la carrera que quería porque no me dio la nota y elegí una carrera genérica sin mucha convicción…porque, sinceramente, pensaba que ni siquiera la iba a acabar. Por aquel entonces quería ser dibujante de cómics y se me daba razonablemente bien.
Tanto es así que estaba convencido de que me dedicaría a ello, pero no entendí que el talento no es nada sin foco ni disciplina. De pequeño mi sueño era dibujar cómics y hacer sentir a otros niños la felicidad que yo sentía yendo al quiosco cada semana para ver las novedades. Se me daba muy bien….pero eso, sin persistencia y sin involucración, no sirve. Creí que podría triunfar en los USA sin ir a los USA, simplemente enviando muestras desde la comodidad de mi casa. Y las cosas no ocurren así.
¿Cómo acabaste en RRHH?
Fue un campo que conocí por un cursillo de verano al que asistí también sin mucha convicción. Una serendipia muy afortunada, pues en vez de dibujar aventuras de héroes y villanos, me permite vivirlas en mi día a día. Curiosamente, mi actual trabajo en aprendizaje, donde genero mucho contenido que imparto en mis cursos, está lleno de referencias al cómic. Tengo charlas de creatividad e incluso de diversidad e inclusión con analogías que vehiculizan muy bien los mensajes y los hacen comprensibles. Con el plus de sorprender a la audiencia, algo que también se agradece.
¿Cuándo y cómo se produjo el cambio y decidiste trabajar la Marca Personal?
Hubo un click. Y no fue voluntario, sino empujado por la necesidad.
Obviamente, conocía el concepto de la mano de Andrés Pérez Ortega, un colega del sector, experto en el tema…pero a pesar de entender y reconocer su importancia, no hice nada. Me sentía cómodo con mi red pequeña. En 2018 me dio la ventolera de escribir y en 2019 estaba compartiendo el manuscrito de mi primer libro con varias editoriales. Un par de editores se interesaron por ella y la conversación con Miguel Salazar, entonces en Plataforma Editorial, una persona de la que aprendí mucho en poco tiempo (que es lo mejor que se puede decir de alguien, en mi opinión) me habló muy claramente. Me dijo que el libro estaba bien, pero que si quería que me apoyaran, debía ponerme las pilas y trabajar mi marca. De lo contrario, no iba a vender nada.
Miguel me dijo que los libros no se venden por su temática sino por la reputación de su autor y la credibilidad que tuviera en su mundo. En ese momento me di cuenta que tenía la network apagada….y a día de hoy, diría que, tal como está el mundo, es, en cierta manera, una irresponsabilidad.
Entonces me leí el libro de Andres Pérez Ortega “Te van a oír” que tiene muy buenos tips y después seguí aprendiendo con Arancha Ruiz, que además de ser la fundadora de Innero Personal Brands, también es la responsable del programa de Marca Personal que tenemos en el portfolio de Universitas desde hace más de diez años, y ha formado más de cien profesionales.
¿Cuál es actualmente tu qué, tu cómo y tu para quién?
En breve, me incorpore a Universitas en 2020 para ayudar en la transformación de un modelo 100% presencial y residencial a uno 100% remoto y, en este punto, un modelo ya híbrido. Somos la academia de liderazgo y de human&digital skills de TODA la empresa. Eso significa que nuestra audiencia son los cien mil telefónicos. Obviamente, segmentamos, pero el enfoque es muy democrático.
¿Cómo descubriste el potencial que tendría la Marca Personal para tu actividad?
Para hablar de un tema, se requiere credibilidad. Si hablas de liderazgo, debes haber liderado equipos. Y si hablas de liderazgo a líderes de equipos grandes, debes haber liderado equipos grandes. Si son diversos, pues diversos. Si hablas de humor como habilidad de gestión, la gente espera que seas capaz de demostrar su utilidad en el terreno. Y así con todo.
La Marca Personal ayuda a apalancar esa credibilidad, especialmente en un momento en el que hay mucho “experto para todo”, gente que se lee dos libros, tiene habilidades de comunicación y se pone a vender cursos muy superficiales, sin substancia.
¿Cuáles son tus role model en Marca Personal?
El primer ejemplo que querría poneros es de una persona con marca mucho antes de que el concepto se desarrollará y que expertos como vosotros defendiera meterle estrategia y gestión. Me marcó mucho un profesor de la carrera, Alfonso González, de Psicología de los Grupos Pequeños. Era un gran storyteller. Cuando leía los estudios de las grandes escuelas de Negocio sobre los beneficios del humor en el aprendizaje, me acordaba constantemente de él y de sus historias…
En este punto de mi carrera, me encantaría contactar con él y decirle la impronta que me dejó, mas allá de la asignatura y los estudios.
También creo que hay profesionales muy conscientes de su importancia y que gestionan deliberadamente su Marca Personal, y sin necesidad de redes sociales. En ese sentido, tuve un jefe, Juan Jose Jimenez Cuenca, que era muy brillante. Le conocía todo el mundo, aunque no hubiera trabajado con él. Y era porque sus comportamientos respondían a unos valores muy claros, que es la clave. Su energía, jovialidad y acerada inteligencia le distinguían del resto de líderes de equipo. Y como guinda, tenía una discapacidad física muy notoria, visualmente hablando, que ponía en valor todo lo anterior. Solo trabajamos un año juntos, pero era un gran coach y curiosamente, fue el que me dijo, diez años antes de que me decidiera a escribir mi primer libro, que, por escrito, me expresaba de una forma diferente y que tenía que cultivarlo. Buen ojo, tenía.
Un aprendizaje adquirido de la Marca Personal
Hay que saber quién es tu audiencia, con quien compararse y en Linkedin, no dejarse llevar por las métricas de la vanidad. Esto último es difícil, la tendencia es querer gustar, pero diría que pierdes foco. Los virales son muy disfrutones pero tienen poco retorno, más allá de la autoestima (o del ego, animalito que hay que tener a dieta).
¿Crees que merece la pena invertir en que te ayude/enseñe un experto en marca personal?
Creo que leer algunos de los libros de los que saben puede ser una buena manera de empezar. Y asistir a una charla sobre el tema donde se pueda preguntar, por ejemplo, mucho más. Yo aprendo mucho de los programas de Arancha Ruiz, especialmente de las preguntas que hacen los asistentes. Luego, si quieres profundizar más, creo que sí que merece la pena.
¿A quién recomendarías que trabajara su Marca Personal?
Yo he empezado hace relativamente poco, un par de años, pero recomiendo a todo el mundo que busque la manera de poner en valor lo que hace y que la gente lo sepa. Me llama la atención el bajísimo porcentaje de mis compañeros que generan contenido en Linkedin teniendo tantas cosas que contar. En mi empresa, me rodeo de auténticos expertos en muchos campos muy diversos. Son reconocidos en su disciplina, pero pierden la oportunidad de abrirse al mundo y de colaborar con perfiles distintos. Creo mucho en las oportunidades de la hibridación.
Mencionado Linkedin, no se lo recomiendo a gente que no tenga objetivos claros. Yo tengo varios, uno muy interesado a título personal (vender libros y conferencias como 2ª fuente de ingresos), otro de crecimiento (conocer gente de la que puedo aprender) y uno de negocio (identificar expertos para mi portfolio de facilitadores). Pero sin un objetivo, pronto te cansarás y harás lo que hacen muchos en esa red; criticar a los que participan, de una forma u otra.
Una reflexión final.
Parafraseo algo que dice Arancha Ruiz en su programa “Todos tenemos una marca. La diferencia es que unos la gestionan y otros no”. Yo diría que mejor lo primero, desde la autenticidad, la humildad y la generosidad.
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