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En el sector del gran consumo, la evolución de la carrera profesional y el concepto del talento ha sido fundamental para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio. Nos hemos reunido con Jordi Fábregas, un destacado directivo con más de 30 años de experiencia en empresas multinacionales líderes del sector, como Lindt, P&G, Bestfoods, Sara Lee, Grupo Panrico, Findus España. Actualmente, ocupa el cargo de Director General para el suroeste de Europa en Upfield, líder mundial en alimentos a base de plantas.

Jordi nos brinda su perspectiva sobre cómo han cambiado la carrera profesional y el concepto del talento en este sector tan dinámico. Y también nos explica desde su experiencia más personal, trasladándonos la idea de que no hay que tenerle miedo a perder el trabajo o a cambiar, se tenga la edad que se tenga. Porque pasado el primero momento de incertidumbre y miedo, es una oportunidad de tener nuevas experiencias y crecer personal y profesionalmente.

¿Cuál ha sido tu aprendizaje profesional más importante?

El hecho de que haya tenido cambiado tanto de compañía, te da mucha flexibilidad mental. Tienes que adaptarte a una categoría, equipo, cultura

En Lindt viví lo que representa una etapa intermedia de una carrera profesional -estuve allí durante 17 años, desde los 32 hasta los 50-. Durante ese tiempo, la compañía me proporcionó una base sólida en la que pude crecer y desarrollarme.

Sin embargo, cuando decidí dar el paso y cambiar de empresa, me di cuenta de que adaptarme a un nuevo entorno era un desafío considerable. El proceso de transición no fue fácil y me llevó cierto tiempo aclimatarme a mi nuevo rol y ambiente de trabajo.

Te quedaste sin empleo con 51 y nuevamente con 56 años. Y las dos veces has vuelto a encontrar un trabajo.

Tomé la decisión de cambiar a los 50 años debido a que había sido Director General para Iberia durante los últimos 12 años. Visualicé que los próximos 12 años serían más de lo mismo y pensé que echaría de menos un reto que me permitiera seguir creciendo. No era el camino que deseaba para mi carrera. 

Y ocurrió una de esas casualidades que suceden en la vida. Dos de mis antiguos jefes eran consejeros delegados y presidente de Panrico, y me contactaron para ofrecerme el puesto de Director General de una de sus unidades de negocio, la más grande que tenían. 

Tenía una gran curiosidad por explorar nuevos horizontes y estaba dispuesto a salir de mi zona de confort. Aunque la situación era complicada cuando ingresé, confié en mis dos ex-jefes y decidí embarcarme en este reto en una zona que me resultaba familiar.


Pero el proyecto no salió como esperabas

Las circunstancias no resultaron como esperaba. La empresa ya atravesaba dificultades cuando me uní a ella y no fue posible remontarlas en tan corto plazo. Entre otras cosas, había detrás un fondo de capital riesgo para un proyecto a medio plazo que decía que no tenía prisa, con una duración estimada de 5 a 7 años, con el objetivo de darle un giro al negocio.

Sin embargo, a los pocos meses de comenzar, una parte del negocio fue vendida. La situación resultó ser más complicada de lo que originalmente creíamos. No se trató de que los accionistas fueran «los malos», sino que el panorama en general era difícil. Faltó paciencia y las circunstancias eran adversas. Además, hubo cambios en la cúpula directiva y la hoja de ruta se volvió demasiado agresiva. Era necesario realizar una reestructuración que no se alineaba con el proyecto para el cual fui contratado.

No era algo que supiera hacer ni deseara hacer.

Ante esta situación, lo coherente era presentar mi dimisión. Así hice.

Entonces te fuiste a casa.

En el sofá a solas, empiezas a sertir vértigo después de haber trabajado toda una vida. Estar de repente en casa sin tener nada que hacer es realmente impactante. De la noche a la mañana, ya no te organizan viajes, nadie te llama y tu bandeja de entrada está vacía. Pierdes el acceso al móvil de la empresa, al ordenador y al coche que solías tener.

Te sientes increíblemente solo en ese momento. Es difícil de imaginar hasta que lo pasas. 

Cuando te pones en contacto con la gente, te das cuenta de que no todos responden de la manera que esperarías. Descubres que muchas personas te apreciaban más por lo que tenías que por lo que eras como individuo. También te llevas decepciones. Es una revelación impactante.

Sin embargo, de inmediato te pones en marcha. Es un período de grandes altibajos emocionales.

Y se abrió una nueva oportunidad profesional con alto coste personal.

Findus era una multinacional, aunque de menor tamaño, y también estaba en manos de fondos de inversión. Me doy cuenta que ya tengo una dilatada experiencia en la gestión con este tipo de inversores, ya que cada vez son más comunes en nuestro sector y suelen buscar directivos. Sin embargo, también se caracterizan por contratar y despedir con rapidez.

Afortunadamente en mi caso he tenido la oportunidad de decidir cuándo dar un paso adelante. Durante mi tiempo en Findus, tuve que enfrentar el desafío de estar lejos de casa, ya que vivía en Barcelona y tenía que viajar 500 km cada semana para trabajar en Pamplona. Esto implicaba un costo personal considerable, aunque también tuve la oportunidad de hacer amistades valiosas durante esos 4 años y medio.

La conciliación entre el trabajo y la vida familiar fue un gran desafío. En la actualidad, sigo viajando bastante, pero mis hijos ya son mayores y no dependen tanto de mi presencia constante.

Cuando decidieron trasladar la sede corporativa a Madrid, tomé la decisión de dejar Findus para priorizar mi vida personal.

Y de nuevo al sofá.

Ahora mirándolo en perspectiva pienso que te hace muchísimo más fuerte. Es en las dificultades cuando uno lo saca todo y tiene que esforzarse y tirar para adelante. 

Cuando me pasó la segunda vez estaba mucho más tranquilo. La palabra que mejor lo define en lugar de “preocupado” era “inquieto”, que significa que no me quedé esperando a que me ocurrieran las cosas. Entonces tenía 55 o 56 años. A los dos meses estaba trabajando.

Primero como consultor externo, luego me dieron un puesto para Iberia, después confiaron en mi para más países, y aquí estoy, con una responsabilidad para todo el sur de Europa. Ya hace más de 4 años que estoy aquí.

Y ahora cuéntame, ¿cuánto ha cambiado el sector del gran consumo desde la perspectiva de carrera?

Por una parte, está ese factor de la entrada de los Fondos de Capital Riesgo. Cada vez están más activos y tienen mayor presencia. Se han quedado con grandes compañías que eran referentes en el sector. 

Sin embargo, no hay que tenerles temor como nuevos jugadores en este terreno. Primero, hay que saber que no todos los fondos son iguales. Hay algunos que son más agresivos porque persiguen una reestructuración y ajustar los costes para una venta inmediata mientras otros se posicionan como un partner inversor con vistas a ayudarte a impulsar tu crecimiento.

En segundo lugar, los Fondos de Capital Riesgo tienen un enfoque mucho más orientado a resultados, lo que es una diferencia respecto a otras compañías más convencionales del sector del gran consumo que pusieron poco en otras cosas como el valor de la marca y las personas. Los Fondos de Capital Riesgo no están aquí para siempre, su objetivo es aumentar el valor de las compañía para venderlas más caras, darle valor a su inversor que puede ser tanto un industrial como a la bolsa u otro fondo. Cuando comprendes sus intereses ves que pueden resultar incluso en algunos momentos convenientes.

Háblame de tu estilo de liderazgo, qué haces para impulsar e inspirar el talento de tus equipos

Me gusta el buen rollo y soy una persona muy vitalista. Mientras que hay gente que el conflicto lo lleva bien, yo no. Y aunque en algunos contextos muy agresivos esto podría ser un problema, lo he canalizado a través de un estilo de liderazgo donde pretendo crear un muy buen ambiente de trabajo para que consigamos muy buenos resultados.

Me gusta generar un clima de colaboración y buenas palabras, y fomentar el crecimiento profesional. No estamos para pelearnos, sino para resolver problemas. Promuevo que haya poca jerarquía. El estar a gusto no está reñido con la profesionalidad. Mis equipos saben que hay un nivel de exigencia alto, pero no a través de una presión salvaje sino haciendo que la gente se sienta bien e intente dar lo máximo. Eso me ha traído buenos resultados.

También he aprendido a tomar las decisiones más duras rápido. Si las gente no quiere o no puede evolucionar, cuanto antes les facilites que puedan encontrar un entorno más óptimo para sus intereses o talento, mejor.

Tu carrera profesional parece de manual dentro del sector del gran consumo. Has recorrido lo que se denomina en inglés “the corporate ladder”, un ascenso vertical hasta alcanzar las mayores posiciones. ¿Crees que este modelo de carrera sigue vigente en tu industria?

Yo creo que unos pasos para el lado te puedan impulsar hacia arriba luego.

Mi carrera profesional ha seguido un modelo más tradicional en el sector del gran consumo, avanzando de manera vertical en posiciones de mayor responsabilidad. Sin embargo, creo que este modelo está dejando de ser el único en mi industria y que cada día se están valorando más otras trayectorias profesionales.

Hoy se valora mucho la diversidad de experiencias y la capacidad de adaptación a diferentes entornos. No solo el ascender verticalmente, sino también de explorar oportunidades horizontales, como trabajar en multinacionales, agencias o startups, o incluso buscar experiencia internacional. Estas experiencias diversas aportan riqueza y habilidades adicionales.

Personalmente, ahora reconozco que me habría beneficiado de haber buscado oportunidades fuera de mi trayectoria vertical. No solo se trata de pensar en cuánto más puedo ganar, sino también en cuánto más empleable puedo ser en el futuro. A veces, dar pasos laterales puede impulsarte hacia arriba más adelante, aunque puede llevar varios años.

No hay que pensar solo en cuanto más se va a ganar a corto plazo, sino cuánto más empleable se va a ser. En una carrera vertical, haces más de lo mismo hacia arriba. Eso te encasilla y te resta flexibilidad. 

¿Cómo es hoy la carrera dentro de la industria del gran consumo?

Cada vez más, el CV de alguien que solo ha hecho carrera en gran consumo me gusta menos. 

Actualmente, encuentro perfiles más atractivos aquellos que han tenido una carrera menos convencional, más arriesgada y diversa. Demostrar una capacidad de probar cosas nuevas, incluso si no han tenido éxito, agrega un valor significativo. Anteriormente, ver elementos inusuales en un currículum era considerado negativo, pero ahora es posible que transmita adaptabilidad y versatilidad. La persona que demuestra que ha dejado la seguridad de una compañía, ha montado su negocio, ha fracasado y se ha vuelto a levantar te demuestra que es adaptable al cambio. Vivimos en un mundo en constante cambio, y resulta impresionante.

En mi época, los primeros 20 años todo parecía más estable, las cosas se mantenían igual. Sin embargo, en los últimos años, hemos experimentado cambios significativos debido al impacto del COVID-19, la digitalización, la gestión de costes y la inteligencia artificial. En este entorno, es fundamental contar con profesionales altamente flexibles, resilientes y capaces de adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos.

En la actualidad, nos encontramos en un entorno empresarial en el que las empresas pueden cambiar de dirección y accionistas en un corto período de tiempo. Se pueden llevar a cabo reestructuraciones e integraciones, lo cual exige a los profesionales la capacidad de adaptarse rápidamente. Aquellos que no sean capaces de adaptarse a estos cambios no podrán sobresalir o incluso sobrevivir en este contexto.

En el sector del Gran Consumo lo procedimentado siempre ha tenido mucho valor, el seguir un método con rigor. Pero eso solo vale cuando las condiciones son estables. La entrada del Private Equity ha cambiado las reglas del juego. Se ha perdido el largo plazo, ya no hablan de años, sino de trimestres. Los que hacen carrera en sitios con una visión long term no entienden nada y pueden pasarlo muy mal. 

¿No hay espacio ya para el largo plazo?

Hoy en día, el horizonte a largo plazo se ha acortado considerablemente. Si bien es fundamental tener una estrategia sólida, es aún más importante saber adaptarla a cada situación. Nos enfrentamos a diversas variables que pueden alterar el curso de los acontecimientos, como la pandemia del COVID-19, los conflictos internacionales y los cambios en los costos de las materias primas. Además, la inteligencia artificial está transformando rápidamente la forma en que operamos. En este contexto, es esencial tener una guía, pero también saber ajustar nuestra estrategia en función de las circunstancias cambiantes, incluso en sectores maduros.

¿Cuál es el talento más valioso hoy en la industria del Gran Consumo?

En los últimos tres años, hemos experimentado un nivel de imprevisibilidad que ha tenido un impacto directo en nuestras acciones. Es evidente muy rápidamente si nuestras acciones tienen efecto o no, y se produce una dinámica de acción-reacción constante. Esta realidad requiere perfiles más divergentes en lugar de convergentes.

Por esta razón, considero que la carrera profesional debe ser vista como una suma de experiencias distintas en lugar de centrarse únicamente en una promoción vertical. Se trata de buscar proyectos, áreas y roles diversos. Por ejemplo, si decides pasar de marketing a logística porque te aporta un valor significativo (aunque antes quizás no tenías modelos de referencia de éxito en ese cambio), es una opción válida.

En las conversaciones sobre la carrera profesional, ahora fomento la transversalidad y animo a las personas a buscar experiencias variadas. No se trata solo de evaluar si han cometido errores o no, sino de cómo han integrado esos errores y aprendizajes en su camino, y cómo han desarrollado resiliencia a través de ellos.

¿Los perfiles divergentes tienen miedo de que el mercado no les quiera, de perder el estatus, de no ser capaz, del qué dirán porque son riesgos…

A la gente hay que decirle que si estás preocupado por si un día vas a perder el empleo, deja de preocuparte, porque te va a pasar. Cuanto antes lo sepan mejor, porque antes se pondrán manos a la obra. 

El despido no es una lacra, es una puerta para tu siguiente reto profesional. 

Has de saber que no vas a ganar todos los partidos, algunos los pierdes y no por eso eres un mal jugador. Si los pierdes todos, entonces sí que tienes un problema, pero entonces el problema es otro y ya sabes en la dirección que tienes que buscar la solución. 

Ante un concepto como la marca personal, ¿cuál es tu reacción?

Cada vez más me voy a conceptos más sencillos. En lugar del liderazgo prefiero hablar de ser una buena persona, ser auténtico y no pensar que eres Superman. Tratar a la gente con respeto, preocuparte por las personas porque de verdad te importan.

Creo que al final, cuando piensas en tu carrera, es lo terminas apreciando más que otra cosa. 

Hay cosas que me suenan artificiales y de pose, pero estoy de acuerdo contigo que la esencia que existe tras la marca personal es algo necesario. Saber definir en qué eres bueno y dónde, tomar las riendas de tu carrera, y saber proyectarlo es crítico para tener éxito en la carrera y sobre todo, para aportar valor a las personas, empresas y causas que te importan.


Muchas gracias Jordi por compartir contigo tu talento, tu historia y tus aprendizajes. 

Como has podido comprobar la carrera profesional no siempre es ascender. 

Si como Jordi Fabregas, necesitas impulsar tu carrera, desde Innero podemos ayudarte. 


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